miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡¡Para los voluntarios!!

Llevo tiempo pensando como agradecer a todos los voluntarios de nuestra prote y del mundo entero, todo lo que hacen por nosotros, los perritos y gatos abandonados, que hemos sufrido mucho y que hemos tenido la suerte de encontrarlos en nuestro camino. Pero no me salían nunca las palabras adecuadas. Chateando con una compañera de la Protectora de Segovia, me ha comentado que Fuska, una amiga suya, publicó en su página web www.perritosdesegovia.com , una carta de agradecimiento. Y como expresa tan bien todo lo que sentimos aquí, os la copio, y os digo que todos la suscribimos, os queremos muuchoooo.....

Carta de una perrita adoptada, a los voluntarios del albergueFuska

Hola, soy Fuska, una ex-inquilina del Albergue de Segovia y he pedido a mi amita que me trajese hoy, no para ganar ningún premio, yo ya tengo todo lo que un perrito puede desear ... mi familia, sino para transmitir un mensaje de todos mis compañeros sin hogar. En la Asociación para la Defensa de los Animales de Segovia, son muchos los humanos que nos ayudan. Los socios que aportan el dinero para poder mantenernos, los padrinos que ayudan a buscar un hogar y que también cooperan económicamente, las personas que se dejan los ojos haciendo números para que haya para todo, los que nos hacen viajar por Internet a otros lugares para que nos conozcan, los que defienden nuestros derechos ante una sociedad que no los reconoce, ... y muchos más que seguro me olvido. Todos ellos son esenciales e importantes; emplean su tiempo libre, su esfuerzo y su buen corazón en ayudarnos. Pero hay un grupo de personas a las que un perrito abandonado no puede olvidar. Una voz amiga que te recoge de la cuneta, te cura las heridas y te lleva a un lugar seguro, donde nunca más te pegarán, donde siempre tendrás comida, agua y una mano a quien lamer. Estos humanos, la mayoría de las veces anónimos y discretos que en vez de estar de fiesta, tomando copas, tumbados viendo la tele, leyendo un libro o simplemente durmiendo un poquito más un sábado para descansar del trabajo, están allí arriba con nosotros, pasando un frío horrible que te llega hasta los huesos o un calor abrasador. Nunca nos fallan. Por mucho frío o calor que haga, llueva, nieve, aunque estén cansados, tristes, pase lo que pase ellos suben a limpiar nuestro chenil, a darnos de comer, a pasearnos, peinarnos y darnos los mimos que nunca habíamos tenido. Sufren en su corazón nuestra mirada triste, nuestro rabito inmóvil, nuestras orejas gachas, el amigo que se va, el que llega malherido. Nos salvaron un día la vida y nos cuidan hasta encontrarnos una segunda oportunidad de ser felices. Cuando llegó mi día, me despidieron entre risas y lágrimas. Sabían que estaría bien cuidada, pero también que me echarían de menos. Pensaban que nunca más me acordaría de ellos, pero vaya donde vaya, nunca podré olvidarles porque han sido mi familia, con ellos he aprendido que hay muchos, muchos humanos buenos y sin ellos nunca hubiese podido llegar hasta aquí. Una voluntaria escribió en la página web de la protectora: "Quiero contaros a todos que estoy teniendo la experiencia más bonita de mi vida desde que voy a la protectora de Segovia, es tanto el cariño que me dan mis niños que cuando no estoy me acuerdo mucho de ellos, siempre están dispuestos a quererte, realmente son ellos los que hacen que me sienta querida. Tienen tanto que dar y yo tanto que aprender con ellos.". Estas palabras reflejan lo que son y lo que sienten nuestros tíos y tías humanos voluntarios del albergue de Segovia, pero nosotros nunca podremos expresarles con palabras nuestro agradecimiento. Por eso hoy me gustaría pedirles a todos ustedes un favor, que sean las manos que no tenemos para poder dar un gran aplauso a todos estos voluntarios.

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