jueves, 18 de diciembre de 2008

Chusky, doblemente traicionado




Yo es que alucino cada día más, y eso que he visto muchísimos casos penosos, las historias que me cuentan mis compis cuando entran, me ponen los pelos de punta. Yo siempre les digo que si quieren contarmela para desahogarse, perfecto, pero si les parece bien, después borrón y cuenta nueva, a olvidar las penas y a vivir con la ilusión de encontrar un nuevo hogar, que no quiero que nuestros voluntarios nos vean tristes, que lo pasan muy mal si no nos ven animados. Pero Chusky....¡¡madre mía!!, lo que me contó Chusky el otro día.... Para que os pongáis en situación, Chusky fue el regalo de comunión de un niñito; era un cachorrito de caniche precioso, que pasó sus primeros años mimado y consentido, un perrito feliz. Pero al cabo de seis años, dejaron de quererle, Chusky se quedó sin compañero de juegos, sin atenciones, sin hogar, y ¡ala! a la prote con nosotros. Lo pasó fatal, pobrecico mío, yo lo veía esperando y esperando a que el que fue su amigo de la infancia volviera a por él.... y así pasaron años , y se fue resignando, aunque de vez en cuando me decía: "- Berta, yo sigo creyendo que un día vendrá a por mí, al fin y al cabo cuando me dejó, él era muy jovenzuelo, ahora que ya será más adulto, y se dará cuenta de sus verdaderos sentimientos, vendrá, seguro que vendrá.."


Hace pocos sábados, cuando volví de mi paseo, no encontré a Chusky en su lugar habitual, y me contaron que por fin ¡había sido adoptado! Una joven pareja quiso verlo, él se puso contentísimo, no paraba de saltar y de hacerle arrumacos al joven, y casi sin dudarlo, se lo llevaron. ¡Bieeennn! Por fin tenía la oportunidad de olvidar su pasado y de conocer el cariño verdadero... Cuando al día siguiente lo veo entrar de vuelta a la prote, llorando desconsolodamente, sin alejarse de la puerta, fui corriendo a abrazarlo; estaba con un ataque de histeria, sólo lloraba y lloraba. "- Era él, Bertita, era él, yo sabía que volvería.....pero... me ha vuelto a dejar..." me decía entre sollozos.


Pensé que se equivocaba, que todo era fruto de la obsesión que durante tantos años le había acompañado, pero no era normal tanto sufrimiento por separarse de una persona con la que sólo había convivido unas horas....Me fui a consultar los datos al archivo, y sí, amigos, el niño de entonces, ahora adulto, le había vuelto a hacer daño a nuestro Chusky; por segunda vez , le mostró el cielo para luego lanzarlo al infierno.....Va a cumplir diez añitos, mi viejete, ojalá los cumpla sintiéndose realmente querido, en una casita chula, y con mucho amor. Yo se lo deseo de todo corazón.

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